La opinión del especialista o experto adquiere trascendencia jurídica y moral a través del peritaje.


CADA PERSONA ES JUEZ ABSOLUTO DE LA VERDAD Y DE LA MORAL

En los últimos años se han dado grandes avances científicos encaminados a la investigación criminal; estos avances han permitido analizar cualquier tipo de evidencia física en los lugares en los que se cometió el delito, incluso indicios que provienen de la interpretación conductual de los protagonistas de hechos criminales.

Como esta y muchas ideas pioneras de las ciencias forenses entre las que destaca aquella que relacionaban a los delincuentes reincidentes con la forma de su cráneo, -según Cesare Lombroso-, han evolucionado a través del tiempo. Estas posturas han quedado atrás gracias a la aplicación adecuada de otras ciencias entre las que destacan las exactas y las naturales.

La genética forense, microscopia, cromatografía, espectrofotometría, eran especialidades que en los años setentas y ochentas, se veía muy distantes de alcanzar para Baja California y hoy, muchas de ellas son una realidad.

En la actualidad es posible tomar huellas dactilares latentes en cualquier tipo de superficie, esto surge a partir de los años noventas cuando en Tijuana, el Mtro Miguel Pallares Díaz apoyado por Alfredo Pérez logran montar la primera prueba de vapores de cianoacrilato, -técnica conocida “superglue”- la cual permitió identificar al presunto responsable de la privación de la vida de una mujer de origen oriental y cuyo cuerpo había sido transportado en la cajuela de un vehículo que circulaba desde Los Angeles en Estados Unidos hacia Tijuana, cuerpo que posteriormente es localizado en el interior de una bolsa para dormir en un pasaje solitario de la ciudad.

Existen así, otros métodos tan novedosos como el rayo láser y la luz alterna, que han proporcionado así nuevos y poderosos medios para el auxilio de los órganos responsables de la procuración y administración de justicia.

Lo cierto es que a través del tiempo, las ciencias forenses han estado constituidas por diversas disciplinas entre las que sobresalen la criminalística, medicina forense, odontología, dactiloscopia, antropología, psicología y psiquiatría forense, retrato hablado, ingeniería, arquitectura, fotografía, balística, grafoscopia, hechos de tránsito, química, y criminología- según lo señalo el Dr. Rafael Moreno González en su obra “Manual de Criminalística”-.

Sin embargo, en cada una de estas disciplinas, el ser humano se convierte en un factor determinante y su papel es fundamental no para ser examinado, sino para que el mismo examine, analice y dictamine.

El Mtro Luis Sandoval en su clase Deontología Jurídica durante la especialidad en Derecho con enfoque a Ciencias Forenses lo señaló en una ocasión; depende del ser humano, del conjunto de sus valores y principios, de su consciencia y su libertad el que su opinión adquiera trascendencia jurídica y moral a través del peritaje.

Hoy por hoy, la ciencia es considerada como infalible y el factor humano juega un papel fundamental en ello. La muestra es la simple consideración de que los peritos en una misma materia, al examinar un objeto, discrepen y encuentren fundamentación científica para sus opiniones diversas; por ello, en ese sentido se da margen a una actitud legislativa que no creyendo en la certeza del peritaje, deja al juez en libertad de apreciarle. (Franco Sodi, El procedimiento, p.266)

Para algunos especialistas la función pericial requiere de tres condiciones principales: Preparación técnica, moralidad y discreción, finalmente quien tomara la decisión de valorar la prueba pericial será el juzgador.

En un peritaje es necesario decir la verdad, pero para decirla, primero es necesario encontrarla (preparación técnica), y después querer decirla (moral) NERIO ROJAS.

Un buen perito debe recordar siempre que, de sus decisiones, dependen muchas veces el honor, la fortuna, el porvenir y en algunas ocasiones hasta la vida de un individuo; por lo tanto el perito no debe mentir, no debe dar por cierto un hecho que ignora, no debe proceder con ligereza, no debe certificar o dictaminar sobre un supuesto hecho porque se expone a los errores y expone a la procuración y administración de justicia; de tal suerte que cuando no se encuentre apto para un peritaje, será mejor excusarse.

Desde nuestra perspectiva, el perito debe reunir no solo el conocimiento técnico sino las mas altas cualidades morales, es decir, la moral debe ser una forma de comportamiento humano que comprende los aspectos normativos (reglas de acción) y facticos (actos que se ajustan en un sentido a otro).

El perito o investigador debe ser honesto tener carácter para apartarse de posibles intereses creados, ser sordo ante las amenazas, cohechos, etc, no oír más voz que la de la ciencia y su conciencia; que la balanza de la justicia se incline siempre a la razón y a la verdad; no dejarse impresionar por los juicios ajenos, así sean dictados por personas cuya respetabilidad profesional sea indiscutible, aunque nunca menospreciar juicios anteriores.

De esta manera la Ética y Moral juegan un papel fundamental en el actuar del perito, por que mas allá de la especulación o del supuesto, el especialista esta obligado a vincular el pensamiento moral a su vida, de tal suerte que el dictamen por si solo tenga un valor no solo técnico-jurídico sino también un peso moral, al convertirse en una acción mas humana y universal plasmada mediante un papel.

En el marco de este contexto y la evolución que ha venido teniendo nuestra sociedad, el Mtro. Alfonso Quiroz Cuarón, considerado padre de la Criminología en México, señalo que a la par de la evolución social, el fenómeno criminal también lo hace, perfeccionándose este ultimo en un grado, a veces superior a los adelantos en procuración y administración de justicia, tal como se vive en muchas ciudades de nuestro país.

Por lo anterior, los peritos en una ciencia, arte o técnica deben contribuir a la impartición de justicia, orientando fundamentalmente el conocimiento de la verdad al juzgador, como lo expreso Pietro Ellero en ilustrativa metáfora, “los peritos auxilian a los juzgadores al modo como los anteojos auxilian al sentido de la vista” según cita el Dr Rafael Moreno González en sus ensayos medico forenses y criminalistico.

Sin embargo “las operaciones periciales no son otra cosa que los actos mediante los cuales se procuran experiencias útiles para responder a las cuestiones que se le han planteado por el Juez” según Carnelutti.

La labor pericial constituye un camino para conocer la realidad y, descubrir verdades.

De esta manera quienes ejercen la investigación pericial están obligados elegir, decidir y actuar conscientemente para asumir la responsabilidad de sus actos en la construcción de su trabajo.

Luego entonces resulta fundamental que en el actuar de cada perito exista la interiorización plena de las normas y deberes de cada hombre singular, su adhesión íntima pero sobre todo el reconocimiento interior de las normas establecidas y sancionadas por la comunidad para que sea capaz de ejercer con ciencia, ética y moral su labor.

Jesús Alfredo Perez Hernandez.

Especialidad en Derecho con enfoque en Ciencias Forenses U.A.B.C.

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