La Medicina Forense y su relación con la Criminalística

Por el profesor Jesus Alfredo Perez

En las últimas dos décadas en Baja California, se han dado grandes avances científicos encaminados a la investigación criminal; estos avances han permitido analizar y conocer cualquier tipo de evidencia física en lugares donde anteriormente no era posible encontrar.

Hoy se puede conocer y establecer con precisión en algunos de los casos, la mecánica de los hechos donde se priva de la vida a una persona y los elementos que estuvieron en juego, sus acciones en orden cronológico y representado gráficamente a través de la infografía.

Los avances han llegado a un punto donde hoy se pueden analizar indicios que provienen de la interpretación conductual de los autores de un hecho criminal, dejando atrás algunas teorías lombrosianas que fueron objeto de crítica de muchos expertos en el siglo XIX y que para las ciencias forenses hoy se ha convertido en una referencia muy importante.

Las ideas que relacionaban a los delincuentes reincidentes con la morfología de su cráneo o su estructura corporal fueron concepciones de las ciencias forenses.

La aplicación de las ciencias naturales y las ciencias exactas han permitido que dichos conceptos cambien y dejen de ser especulaciones solamente sin que ninguna de estas teorías desaparezca.

En el marco de las ciencias forenses ha sido considerada como hija de la medicina forense a la criminalística, según cita el Mtro Rodríguez Manzanera en sus apuntes de texto que documenta en el libro Introducción a la Criminología.

Refiere Rodríguez Manzanera que los primeros cultivadores de la Criminalística fueron médicos que para resolver ciertos problemas medico forenses tuvieron que recurrir a conocimientos diversos y ajenos a la medicina creando una estructura técnica paralela que rápidamente es adaptada por los policía técnicos o científicos.
La criminalística al igual que la medicina forense son esenciales para aquellos que pretenden resolver una problemática criminal en la que participan los órganos encargados de la procuración y administración de justicia, mismo que en la mayoría de los casos carecen de conocimientos técnicos.

Los grandes casos son resueltos a través de una acción  paralela entre la medicina forense y la criminalística, ambas son necesarias entre sí y para el resto de otras disciplinas.

La medicina forense al igual que la criminalística es coadyuvante en la construcción del conocimiento técnico sobre el análisis material del crimen y la conducta de quienes lo comenten, según lo señalo el Mtro Quiroz Cuaron.

Entre otras cosas permite entender los fenómenos psicosociales y biológicos de la conducta antisocial abriendo puertas a la generación de propuestas en materia de prevención y política criminal.

La Medicina Forense al igual que la Criminalística forman parte de las ciencias básicas, esenciales o fundamentales que integran a su vez la enciclopedia de la Ciencias Penales llamada también constelación.

Don Luis Jiménez de Azua apoyado de Don Francisco González de la Vega consideró desde 1933 en Palermo, que sin las ciencias básicas o fundamentales no pueden desarrollarse aquellas ciencias penales que están correlacionadas. Son indispensables para la comprensión, desarrollo y aplicación de las demás ciencias penales, particularmente las jurídicas.

La medicina forense  erróneamente se ha pensado que se deduce a la tanatologia y realización de necropsias, por el contrario otorga un amplio conocimiento a la resolución de problemas médicos que plantea el Derecho.

Ejemplo de lo anterior y que amplía esta visión, son los casos que son tomados en cuenta para el estudio de poblaciones en periodos de terminados con respecto a las causas de sus decesos, sus índices y la clasificación por tipo.

Por otra parte, la intervención del médico legista en el escenario o lugar de los hechos tiene tres objetivos principales: confirmar o descartar la muerte, determinar la hora del fallecimiento, contribuir desde su perspectiva  e establecer el carácter de homicida, suicida, accidental, natural o indeterminado del deceso.

El examen externo del cadáver, de las ropas, de las condiciones en la que fue encontrada la victima; permiten que haya un mejor resultado en la investigación criminal.

La experiencia nos permite señalar que cuando el médico legista interviene en el lugar de los hechos, la probabilidad de mejorar la intervención pericial es alta.

Resulta fundamental el cumplimiento de  principios y valores que permitan que su capacidad técnica lo convierta en el único personaje capaz de realizar un trabajo multidisciplinario en el lugar donde fue hallado un cadáver.

De esta manera la Medicina forense al igual que la criminalística constituyen el apoyo técnico y científico en la investigación de los delitos y de otros aspectos que son fundamentales para el análisis del delito, partiendo de que este se transforma al compas de la evolución de la sociedad y va adaptando nuevas modalidades que no constituyen sino el eco de las mutaciones operadas por la misma sociedad.

Se considera importante en la relación de la medicina forense y la criminalística, la coadyuvancia con la impartición de justicia | “reina y señora de todas las virtudes”

En ambos casos, desempeñan un papel trascendental cuya misión es profundamente humanista pues ciencia sin consciencia es ruina del alma afirman los especialistas.

La medicina forense ha sido el puente tendido entre la ciencia biológica y la ciencia jurídica. En ambos casos ha construido una fraternidad a la que se le suma la propia criminalística en la no que solo dependen  los métodos y técnicas puestos en práctica, sino también las cualidades intelectuales y morales del perito.

En ambos casos los especialistas deben de reunir cualidades similares, el médico y criminalista deben ser objetivos, críticos, precisos, cautelosos e imparciales.

Sin embargo para el maestro Quiroz Cuaron, también señala las carencias en los perfiles de dichos especialistas y los clasifica en inepto, tímido, indeciso, titubeante y débil, servil, rutinario, neurótico y delincuente por lo que se propone el decálogo médico legal por parte del Mtro Nerio Rojas en donde lo sustenta bajo el principio en el que el perito debe actuar con la ciencia del médico, la veracidad del testigo y la ecuanimidad del juez.

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